miércoles, 18 de febrero de 2015

Ciudadanos por Benidorm suplica al gobierno que no se siga utilizando agua potable en los lavapiés de las playas

Ciudadanos por Benidorm quiere denunciar públicamente el uso de agua potable en los lavapiés de las playas de la ciudad, todo un sinsentido en los tiempos de voraz sequía que atravesamos y que ya ha obligado a los agricultores de Benidorm y comarca a no poder regar sus cultivos.

El líder de la formación, Leopoldo Bernabeu ha recordado que “justo cuando acababa de entrar el verano, el edil Juan Ramón Martínez mostró ante los medios de comunicación el documento donde la Confederación Hidrográfica del Júcar avisaba a nuestro Ayuntamiento de la preemergencia por sequía, obligando a adoptar medidas para el ahorro del agua, y ahora que vamos a entrar en otoño vemos que no sólo no se ha realizado una sola campaña de concienciación de ahorro, sino que en los lavapiés de Poniente, entre otros, se está derrochando un agua que es vital para Benidorm y su principal industria que es el turismo”, en clara alusión a las consecuencias que en su día tuvo la falta del líquido elemento para la población en la sequía de 1978.

Desde Ciudadanos por Benidorm se apela al sentido común “y a rectificar de inmediato ante este disparate impropio de un Ayuntamiento que no vela por los recursos imprescindibles en su municipio”, como también sucede con el agua que se utiliza en el baldeo de las calles. Según manifiesta Bernabeu, “los baldeos en Benidorm son tan escasos casi como la presencia de la lluvia porque hay que ver cómo está la ciudad de sucia y pestilente, pero quiero recordarle al Señor Martínez que en esa misma rueda de prensa dijo que se estaba estudiando poder baldear con agua de la depuradora previamente tratada para no dejar gérmenes en las calles, y no es así, ya que se sigue utilizando agua potable para los escasos baldeos que necesita la ciudad en todos sus barrios”.

Ciudadanos por Benidorm sugiere al equipo de gobierno que realice enganches a lo largo de la red de las aguas depuradas que se instalaron a principios de los 80 para regar las zonas agrícolas de Benidorm, y así ahorrar el agua potable escasa que nos queda, “ otra cosa será que el alcalde y su concejal ni sepan por dónde pasan esas tuberías o sepan que existen, porque dada la falta de conocimientos de ambos, todo es posible”, según manifestaba Leopoldo Bernabeu en la denuncia sobre estos asuntos.

Por último, el líder de la plataforma política recuerda a los gobernantes locales que “entre 1983 y 1984 se construyó una depuradora que costó 1.176.000.000 de pesetas ( casi siete millones de euros), pagados casi totalmente por el Ministerio de Obras Públicas de entonces, y hemos de aprovechar las ventajas que nos ofrece en los tiempos de sequía que vivimos”. De igual forma, Leopoldo Bernabeu manifestaba que “mañana mismo el Ayuntamiento o la Dirección Provincial de Costas han de poner fin a la incongruencia de usar agua potable en los lavapiés porque a escasos metros hay agua salada suficiente para dar un buen servicio a los turistas y bañistas, reservando el agua buena para otros menesteres más provechosos”.

Benidorm a quince de septiembre de dos mil catorce.

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